El neuquino José Raimundo Fandi fue quien en 1953 inventó el secador de pisos de una sola pieza, el cual se popularizó y hoy por hoy se venden más de 25 millones anuales en todo el mundo.
Las bulbosas son
plantas
que evolucionaron acumulando reservas y
nutrientes,
generalmente de forma subterránea, engrosando tallos, raíces, bases de hojas y yemas para asegurarse la supervivencia en climas adversos como fríos y calores extremos
o sequías muy largas. Existen numerosas familias entre las cuales están las Liliáceas, Amarilidáceas, Iridáceas y orquídeas.
Son muy apreciadas por sus llamativas flores, y adaptabilidad, ya que una vez plantadas se mantienen a través de los años y pueden reproducirse con mínimos cuidados. En el
jardín
se las puede colocar tanto en canteros como en
macetas
pero se recomienda colocarlas combinadas con otras
plantas
ya que durante la época adversa su parte aérea desaparece. La época de plantado de bulbos varía de acuerdo a la especie elegida, pero a grandes rasgos, podemos decir que las bulbosas que florecen en invierno y primavera (como por ejemplo: Narcisos) se plantan en otoño. Los que florecen en verano (Dalias y Gladiolos) se deben plantar a principios de la primavera; y los de floración otoñal se plantan en verano.
En general, prefieren suelos o sustratos porosos, de buena fertilidad y drenaje; por lo que se recomiendan la turba, el humus y el compost para el momento de plantado. Si se quiere aumentar el cuidado de los bulbos al momento de plantación se puede fertilizar con triple 15 o fumigar con cipermetrina el pozo de plantado para eliminar insectos que puedan atacarlo en su primer período de adaptación. La profundidad de plantación es dependiente de la especie pero como regla general, se los entierra a la distancia del doble de su diámetro máximo.
Hay que destacar que cuando la
planta
está en reposo, sus requerimientos de
agua
son
casi nulos por lo que hay que detener los riegos. Para tener éxito con estas
plantas
hay que elegir bulbos de buena calidad. Los factores a tener en cuenta son el tamaño y la firmeza. Los bulbos más grandes producen flores de más tamaño. Elija aquellos bulbos que sean firmes y que no presenten señales de podredumbre o cualquier otro signo de enfermedad.
Por último, tan pronto como los compramos hay que plantarlos o conservarlos en frío alejado de otros vegetales. Teniendo en cuenta estos consejos y pidiendo un poco de asesoramiento en el
comercio
al momento de la compra podremos disfrutar exitosamente de la
belleza
de este interesante grupo de plantas.
América del Norte con aproximadamente 40% de su territorio en condiciones salvajes, tiene mayor porcentaje que el continente Africano donde es un poco menos de la tercera parte.